LA DENSIDAD EN LOS LUBRICANTES DE LOS VEHICULOS

Los lubricantes son líquidos vertidos en medio de motores en movimiento con el propósito de brindar enfriamiento por transferencia de calor, logrando reducir la fricción, limpiando los componentes, sellando los espacios entre los componentes, aislando contaminantes y mejorando la eficiencia del funcionamiento de un motor. También desempeñan la función de sellar las superficies metálicas las cuales son irregulares y se encuentran llenas de poros y ralladuras por el tratamiento de los elementos utilizados en su fabricación.

Si el aceite es muy ligero, no va a tener suficiente resistencia y la potencia se va a "escapar" y si el aceite es muy pesado o grueso, la potencia se va a perder en fricción excesiva traducida en calor. Cuando los anillos de un motor empiezan a fallar, comúnmente se dice que el motor "quema aceite", el aceite se escapa entonces entre los anillos y las camisas de los pistones, perdiendo potencia. Por otra parte, si el aceite se ensucia, actuará como abrasivo entre los componentes, desgastándolos.

Los lubricantes también trabajan como limpiadores ya que ayudan a quitar y limpiar las partículas de material que se desprenden en el proceso de fricción (figura 3), ya que de otra forma estos actuarían como abrasivos en la superficie del material. Otro uso de los lubricantes es para impartir o transferir potencia de una parte de la maquinaria a otra, por ejemplo, en el caso de sistemas hidráulicos (bomba de dirección, etc.). No todos los lubricantes sirven para esto y no todos los lubricantes deben cumplir esta función.

Por lo general y para el común de las personas la densidad de cualquier material es la relación existente entre su masa y el volumen que ocupa. No obstante, cuando se habla de la densidad de los aceites lubricantes el asunto se complica un poco y vamos a tratar de explicarlo de la manera más sencilla posible, aun cuando para muchos especialistas el lenguaje técnico es fácil de entender, para el común de los usuarios no lo es y ellos son quienes deben estar seguros de que el lubricante utilizado en su vehículo es el idóneo y así poder depositar su confianza en un producto que va a seguir utilizando para mantener su vehículo en plena forma por mucho tiempo.

Densidad y viscosidad son características que no hay que confundir. La densidad del lubricante es la relación entre la masa y el volumen y la viscosidad es la resistencia del lubricante al fluir. Como ejemplo se suelen tomar agua y un aceite lubricante, en general se observa que los lubricantes son menos densos que el agua con lo que si se mezclan y se dejan descansar siempre va a estar el aceite por encima del agua. Sin embargo, la viscosidad de los lubricantes es superior a la del agua.

Los lubricantes son menos viscosos que el agua. Esta es la razón por la cual, si usted tiene un problema de agua en su sistema de lubricación, esta se precipitará en el fondo del tanque y saldrá primero cuando se abra la válvula de drenaje.

Para conocer el nivel de viscosidad de un aceite se debe conocer la densidad de dicho fluido sin excepción en el cálculo. Como la densidad de los fluidos cambia por cualquier motivo, esto introduce errores en la conversión de ambas viscosidades.

El término más común utilizado junto con la densidad es la densidad específica, la cual está íntimamente relacionada con la densidad del agua. El agua tiene una densidad específica de uno, así que, si un fluido es más pesado que el agua, tendrá una densidad específica mayor que uno. Cualquier sustancia más liviana tendrá un valor menor que uno. Como en el caso de los lubricantes.

Esto es crucial para algunos de los atributos de los lubricantes. Por ejemplo, a medida que la densidad se incrementa, el fluido se torna más espeso. Esto eleva el tiempo que le toma a una partícula sedimentarse. En conclusión, a mayor densidad mayor sedimentación.

En muchos sistemas hidráulico esto seguramente va a ocasionar una falla. Basados en que estos sistemas son muy susceptibles a la contaminación, si estas partículas permanecen suspendidas por mucho tiempo, se produce atascamiento por sedimentación, cavitación y corrosión.

Entre los problemas consiguientes de los cambios en la densidad de cualquier lubricante automotor podemos mencionar los siguientes: