Cuando se trata del mantenimiento de un motor, muchas personas piensan en el cambio de aceite, el nivel del refrigerante o el estado de la batería. Pero hay un elemento que a menudo pasa desapercibido y que es clave para la salud del motor: los filtros. Ya sea en un coche, una moto o un camión, los filtros cumplen una función vital para evitar averías y alargar la vida útil del vehículo.

Filtros para motores: ¿Qué tipos hay y por qué son tan importantes en coches, motos y vehículos pesados?

Cuando se trata del mantenimiento de un motor, muchas personas piensan en el cambio de aceite, el nivel del refrigerante o el estado de la batería. Pero hay un elemento que a menudo pasa desapercibido y que es clave para la salud del motor: los filtros. Ya sea en un coche, una moto o un camión, los filtros cumplen una función vital para evitar averías y alargar la vida útil del vehículo.

En este artículo te contamos qué tipos de filtros existen, cómo funcionan y cuándo es recomendable cambiarlos.

¿Qué función tienen los filtros del motor?

Los filtros están diseñados para retener impurezas antes de que lleguen a partes sensibles del motor. Su misión es proteger y garantizar el buen funcionamiento del vehículo, evitando que partículas dañinas como polvo, suciedad, agua o residuos metálicos entren en el sistema.

Un motor limpio es un motor eficiente, y unos buenos filtros marcan la diferencia entre un motor sano y uno propenso a fallos.

Tipos de filtros que debes conocer

1. Filtro de aceite

Uno de los más importantes. Este filtro se encarga de retener las impurezas que se generan por la fricción de las piezas internas del motor, como virutas metálicas, restos de combustión o partículas de carbono.
Si no se cambia a tiempo, estas impurezas recirculan y pueden provocar desgastes prematuros y averías graves.

???? ¿Cada cuánto se cambia?
Generalmente, con cada cambio de aceite, es decir, entre 10.000 y 15.000 km, aunque depende del tipo de aceite y del fabricante.

2. Filtro de aire

Este filtro impide que el polvo, polen o partículas del exterior entren al motor. La mezcla de aire y combustible debe ser lo más limpia posible para una combustión eficiente y sin residuos.

Un filtro de aire sucio provoca pérdida de potencia, aumento de consumo y emisiones contaminantes.

???? ¿Cada cuánto se cambia?
Entre 15.000 y 30.000 km, o antes si conduces en zonas con mucho polvo o tierra.

3. Filtro de combustible

Filtra el carburante antes de que llegue al motor. Su misión es eliminar agua, óxidos y sedimentos que pueda contener el combustible, especialmente en vehículos diésel, donde la humedad es más común.

Un filtro obstruido puede causar tirones, dificultad de arranque o incluso daños en los inyectores.

???? ¿Cada cuánto se cambia?
En coches: entre 30.000 y 60.000 km.
En motos: puede variar más, pero se recomienda revisar al menos cada 10.000 km.
En vehículos pesados: depende del uso, pero revisiones frecuentes son imprescindibles.

4. Filtro de habitáculo (o antipolen)

Aunque no afecta directamente al motor, sí influye en la calidad del aire en el interior del vehículo. Retiene polen, polvo y contaminantes, y es clave para personas con alergias o problemas respiratorios.

Un filtro sucio reduce la eficacia del climatizador y empaña más rápido los cristales.

???? ¿Cada cuánto se cambia?
Cada 15.000 a 20.000 km, o una vez al año. En motos no suele incluirse, pero algunos modelos con cabina sí lo llevan.

¿Y en vehículos pesados?

Los camiones, autobuses, maquinaria agrícola o vehículos de obra requieren filtros más robustos y con mayor capacidad debido al uso intensivo y las condiciones más exigentes en las que trabajan.

En estos casos, los intervalos de cambio suelen ser más cortos, y se recomienda utilizar filtros de alta calidad, ya que el fallo de uno de ellos puede suponer paradas costosas o incluso averías catastróficas del motor.

Además, en muchos vehículos industriales también se utilizan filtros hidráulicos, de transmisión y de aire acondicionado de cabina.

¿Qué pasa si no se cambian los filtros?

Los filtros tienen un límite de vida útil. Una vez saturados, dejan de cumplir su función y pueden incluso hacer el efecto contrario: liberar partículas que ya habían retenido. Esto puede generar una cascada de problemas:

• Mayor desgaste interno del motor
  
  

• Sobrecalentamiento
  
  

• Falta de potencia y aumento del consumo
  
  

• Humo negro o fallos en la combustión
  
  

• Averías caras en turbos, inyectores o catalizadores
  
  

En definitiva, algo tan sencillo como cambiar a tiempo los filtros puede ahorrarte cientos o incluso miles de euros en reparaciones.

¿Puedo cambiarlos yo mismo?

Sí, muchos filtros pueden cambiarse de forma relativamente sencilla si tienes ciertas nociones básicas de mecánica. El filtro de aire o el de habitáculo, por ejemplo, suelen estar accesibles y solo requieren herramientas básicas.

Sin embargo, el filtro de combustible y el de aceite pueden necesitar más conocimientos, especialmente en motos o vehículos diésel, donde están más escondidos o requieren purgado.

⚠️ Consejo: Si no estás seguro, mejor dejarlo en manos de un profesional. Un mal montaje puede provocar fugas o daños.

En definitiva, los filtros, los héroes silenciosos del motor

Aunque no los veas, los filtros son esenciales para mantener tu motor limpio, eficiente y duradero. Son piezas baratas, fáciles de reemplazar y que pueden marcar una gran diferencia en el rendimiento general del vehículo.

Tanto si conduces un coche, una moto o un camión, revisa y cambia los filtros a tiempo. Es un gesto simple que protege tu inversión, cuida el medio ambiente y mejora tu experiencia al volante.